Alemany ha implantado la figura del "vigía", se trata de una fórmula que permite que sean los mismos trabajadores los responsables de garantizar la seguridad alimentaria a través de una iniciativa en la cual participan voluntariamente y que consiste en velar porque todo el equipo cumpla con la normativa sanitaria que marca la Covid-19. Se trata de una iniciativa de cooperación entre los trabajadores y no sancionadora y está concebida porque pueda tener continuidad en el futuro para velar los procesos de seguridad sanitaria y alimentaria.
Según explica nuestro gerente, Ferran Alemany: “Tenemos que ser positivos y pensar cómo podemos aprender del que nos ha llevado la Covid-19 y una de las lecciones es que podemos mejorar los procesos a la empresa y corresponsabilizarnos de nuestra seguridad mediante una herramienta digital y a la vez participativa”. El ‘vigía’ tiene como encargo supervisar todas las tareas previstas por la normativa y notificarlas a través del móvil y avisar a los compañeros cuando se produzcan descuidos o incumplimientos. El viernes se hace una reunión semanal en la que el vigía de la semana informa de las incidencias y las personas a quienes ha habido que avisar en el Jefe de Calidad y a los responsables del envasado de miel y de la elaboración de turrón para que puedan hacer seguimiento la semana siguiente.
Esta fórmula que ha ideado la firma de Almacelles Marta Quintana Gestoría Alimentaria dirigida por la abogada especializada en Derecho Alimentario Marta Quintana, se inspira en los vigías forestales y hace referencia a la persona que guarda, vigila y defiende un lugar determinado y según explica la abogada, “pensamos que es una manera cooperativa de cuidarnos entre todos y también una oportunidad para aprender a mejorar procesos en la empresa, es decir, el vigía nos permite hablar en positivo de esta nueva normalidad, que bastante falta hace”. Además, se premia al trabajador que quiere asumir esta tarea con un día de fiesta del que podrá disfrutar durante el primer trimestre del año próximo.
El control en línea del proceso es una posibilidad que ofrece el programa Controller 3.0, un software ideado por esta asesoría leridana que permite digitalizar todos los protocolos de seguridad alimentaria y que a raíz del Covid ya utilizan una treintena de empresas catalanas.