1 kg de tomates maduros
1 cebolla
2 gajos de ajo
7/8 hojas de albahaca fresca
Aceite de oliva virgen extra (AOVE)
Pimienta negra
Sal
1. Lavamos los tomates y hacemos un corte en forma de cruz en la base de cada tomate.
2. Hervimos agua en una olla grande y sumergimos los tomates durante 30 segundos. Después, los retiramos y los colocamos en un recipiente con agua fría para detener la cocción. Esto ayudará a pelar los tomates más fácilmente.
3. Calentamos el AOVE en una paella grande a fuego mediano. Añadimos la cebolla picada y el ajo, y lo cocinamos hasta que estén ligeramente dorados.
4. Añadimos los tomates cortados por la mitad a la paella y lo removemos. Cocinamos a fuego medio-bajo durante unos 20-30 minutos, hasta que los tomates se hayan deshecho y la salsa tenga una consistencia espesa.
5. Añadimos las hojas de albahaca picadas previamente.
6. Añadimos dos cucharadas pequeñas de Miel de flores Alemany y lo mezclamos hasta que se incorpore completamente. La miel ayudará a contrarrestar la acidez del tomate.
7. Condimentamos la salsa con dos cucharadas pequeñas de sal y pimienta al gusto. Lo dejamos cocinar 20 minutos más.
8. Retiramos la salsa del fuego y la dejamos enfriar antes de triturarla con una batidora eléctrica.
Y lista para consumirla! Para almacenarla, podemos poner la salsa en un frasco hermético a la nevera para consumirla en los próximos días, o bien podemos distribuir la salsa en tarros de cristal, que cerraremos y pondremos en una olla a hervir durante 10 minutos para que se conserven durante unos cuántos meses.